La gastronomía tradicional vuelve a Granada
Un año más, el mes de febrero marca la agenda gastronómica de la capital con las clásicas Jornadas de gastronomía tradicional granadina «Antonio Torres» que alcanzan con éxito su séptima edición.
He de reconocer con agradecimiento que en estos tiempos del polvo de «estrellas» y las cortinas de humo en torno a los chefs de galería, aún queden unos irreductibles «galos» en Granada que sin trampantojos ni geometrificaciones meriten por la cocina de Patrimonio; por esa herencia recibida que sin manos que la cuidaran ni letras que la predicase quedaría en el olvido, o poco menos que en el sutil recuerdo de un lejano sabor de boca.
Quizá por todo ello -y, sin duda, gracias a ellos- cocineros como Tony Parra, Miguel Ayala, Francisco Bracero y Diego Morales, han conseguido mantener la honestidad de nuestros potajes, ensalzar el remojón de la casa, y poner pan de verdad, que no corteza, sobre la mesa. Platos de gastronomía tradicional y producto local, que avivados por los vinos de Granada son un año más el reclamo para pasear y «restaurar» los sabores de la abuela.
Quedan, por tanto, avisados; que no invitados, pues mi visa no da para el lleno que acostumbran las Jornadas, a cualquiera de los seis menús que por 29 euros podrán disfrutar de lunes a miércoles, entre el 15 y el 24 de febrero en el Kiosko «Las Titas» en el granadino paseo de la Bomba.