Historia y tradición de la Puerta del Vino en la Alhambra
La historia de la Puerta del Vino de la Alhambra -una de las construcciones más antiguas del conjunto nazarí- nos remite a nuestra tradición milenaria y a una visión cultural y artística de una de las obras más emblemáticas del Patrimonio de la Humanidad.
Nuestro paseo de hoy por el conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife nos permite revivir escenas de un mundo de intrigas, de lujos, y de belleza incomparable. En ese contexto encontramos la conocida como “Puerta del vino”; Una puerta interior que separaba la Alcazaba o zona militar, de la Medina o ciudad palaciega de la Alhambra, donde residían las personalidades más cercanas al Sultán.
Dicha puerta puede considerarse como representación histórica de una tradición vitivinícola milenaria que arranca desde los tiempos de la ocupación romana de estas tierras. Su nombre procede del término árabe “Bib al-Hamra” (Puerta roja o Puerta de la Alhambra), que derivó fonéticamente en “Bib al-Jamra” (Puerta del Vino), pues durante los años de ocupación cristiana los vecinos de la Alhambra disfrutaban, además de su digna residencia, del privilegio de comprar vino libre de impuestos que los vecinos de Granada depositaban en esta puerta.
Es una de las construcciones más antiguas del conjunto nazarí, probablemente de la época de Mohamed II. Aunque sufrió distintas ampliaciones y redecoraciones en épocas posteriores, sigue siendo una prueba documental de cuantos usos y mal-usos tuvo a lo largo del tiempo.
En su lado oriental se abría una explanada donde el Sultán dirigía los tradicionales rezos del viernes, y fue redecorada en el segundo mandato de Muhammad V tras las campañas militares de Jaén, Úbeda y Baeza. Destacando sus composiciones en yesería y las pinturas policromadas aún visibles a la derecha del arco.
Al lado occidental, poniente, se encuentra una plaza (de los Aljibes) mandada construir por el Conde de Tendilla recien conquistada la ciudad. En las albanegas de su arco de herradura, de este lado, podemos apreciar hermosos atauriques labrados en la piedra (de la Malaha) y, en el centro de su dintel, la simbólica llave de los Reyes nazaríes bajo la inscripción “Gloria a nuestro señor el Sultán Abu ‘Abd Allah al-Gani Billah”.
La Alhambra y sus elementos han sido fuente de inspiración durante siglos para escritores, músicos, y artistas; una prueba de ello la encontramos junto a esta emblemática puerta, donde una placa dedicada al gran compositor francés Claude Débussy muestra el reconocimiento a su obra, y en particular a su creación con el nombre de esta puerta y que recréa musicalmente las sensaciones que motivaron al autor, y que aún hoy siguen transportándonos a tiempos románticos.